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viernes, 27 de septiembre de 2019


De los hábitos a las costumbres
 Conocía a cabalidad las grutas oscuras y pantanosas situadas a orillas del estero. Acostumbrado a revolverse en el fango, a vivir con el agua hasta la cintura, nunca se enfermó, aunque bebía aguas infectadas de virus y bacterias que producen enfermedades tropicales…
Desde niño aprendió a platicar con los cangrejos, camarones y serpientes venenosas…
Por las noches, mientras descansaba en las cuevas donde mora el cocodrilo, admiraba la luna y se preguntaba con insistencia, si aún había algo que le hiciese falta por hacer.


Sueño de muchos
Cuando Griselda abrió la puerta de su oficina, casi a la fuerza, encontró al licenciado tirado en el suelo, en medio de un charco de sangre y con un disparo en la cabeza. No ocurre todos los días, que una secretaria encuentra muerto a su jefe, y menos, cuando se ha sabido de siempre, que era un hombre tan lleno de vida, sin problemas, ni económicos ni sentimentales... Pero como ya han de imaginar, a un político se le facilita obtener todo, o mejor dicho casi todo.
Así son estos sucesos de los políticos. A veces no comprendemos lo que hacen, y aunque lo intuimos, no nos atrevemos a preguntar nada, ya que nadie dará respuesta a lo ocurrido. Y aunque algunas veces dejamos a alguien entristecer con nuestra partida, otras veces, es causa de alegría desbordada.
Lo que no se ha podido explicar, fue el portazo que puso más nerviosos a los presentes, y que según dijeron, fue provocado por una fuerte ráfaga de viento, momentos después de haber encontrado el cadáver.
De lo que sí están seguros, es que los eventos ocurren y ¡vaya de qué manera!

Genocidio
No todo el tiempo se vive una guerra, más cuando esa guerra dura cien horas. Esa madrugada cundió la noticia: Había guerra. Por la mañana, el Tío llegó con la alarma de la invasión. Anoche bombardeamos Honduras. Esa madrugada había ido a ver los estragos causados por los aviones hondureños en las instalaciones del Aeropuerto de Ilopango. Estaba enardecido, su rostro lo decía todo, “No creo que nos ganen… No creo que estos catrachos desgraciados puedan con mi general Medrano y la Benemérita.” Se molestó al ver algunos agujeros dejados en la pista de aterrizaje, provocados por las bombas,. Vociferaba palabrotas y era imposible hablarle en ese estado. Al llegar a casa mandó a comprar cervezas y se dispuso a escuchar las noticias en la radio. Por la noche lo vi llorar al conocerse la noticia de la cantidad de salvadoreños que continuaban llegando al país, venían expulsados por el gobierno de Honduras... Eran puestos en camiones y abandonados en la frontera. Venían sin nada, solo la pobreza sobre sus espaldas. Esa noche el Tío organizó en la colonia una pequeña brigada de vigilancia por si los hondureños nos invadían. Fue así como escuché por primera vez la palabra Genocidio.

Maestro Viviente
Sollozaba al recordar la palabra ardiente que un día brotó de la boca de fuego de su maestro. Tuvo que cruzar la estepa bruñida, escalar las invencibles montañas, atravesar ríos colosales para verlo de nuevo, para compartir, escucharlo, saborear las mieles de su sabiduría. Sabía que necesitaba de un Maestro Viviente para continuar la dura faena de vivir.
Cuando estuvo frente a él, volvió a escucharlo decir:
«Sabes que mis palabras se encuentran talladas con fuego en el centro de tu pensamiento, ve y házselo sentir a los demás»
Al volver, los caminos eran tranquilos, sembrados de árboles gigantescos que atraían fresca brisa, percibía el manso y diáfano sol y la gente, al ver su semblante, sonreía con dulzura.


El viejo faro como testigo
No era el hecho de caminar juntos como un acto físico común de la gente, caminaban con el deseo de estar juntos. Tomados de la mano, charlaban, reían. Subían la cuesta del risco, la que conduce al viejo faro. Allí en la pequeña habitación del depósito de herramientas compartían los secretos más íntimos como los de otras parejas que lo frecuentaban. Tan llenos de misterios, eventos íntimos, aquellas historias de labios humedecidos, de ojos cerrados y voces agónicas hasta acallarse con gemidos. Suplicando la necesidad   de una vida eterna en esta tierra de neblina y lluvia.
¿Vendrían mañana de nuevo?
¿Pero que acaso no habían dejado hijos en sus hogares?  ¿Qué acaso no eran buenos ciudadanos? Entonces, ¿por qué se buscaban a escondidas como huyendo de algo?
Mientras se ven correr de regreso hacia sus propias realidades, al sitio donde pertenecen las firmas que empeñaron por promesas incumplidas, en sus hogares, comprometidas firmas con ojos ajenos, con manos extrañas, en hogares extraños. Volverán al risco de la nube y el viejo faro que los comprende muy bien y cobija este instante de labios húmedos y gemidos irreales.
Libres por un instante del juramento que le hicieron a la moralidad, moralidad que quisieran devastar de un solo manotazo.

 Breves y Fugaces
013
Y sí usted aún no es el guarda espalda de alguien, le recomiendo busque a quien cuidar de inmediato. Yo ya tengo un ser al que vigilo entrañablemente, mi pensamiento.
014
En el país de los diminutos, los ciudadanos guiados por su rey se fueron a la guerra. Consideraban que por ser dueños de la verdad eran libres, libres para esclavizar a otros.
También consideraban que la comodidad era sinónimo de felicidad.

Pregonaban a los cuatro vientos que la ritualidad era espiritualidad.
Además del poder y la riqueza que ostentaban pretendían rebalsar sus arcas a costa del hurto de bienes.
Del mismo modo imponían a los pueblos que invadían, la creencia en un dios embustero y falible, así como lo eran ellos.
015
Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra.

Edgardo Benítez
En Santa Ana 
El Salvador



sábado, 14 de septiembre de 2019



Del cerebro y sus bondades
Edgardo Benitez
Sin egolatría alguna, la especialización de la energía creó, formó y evolucionó al ser humano; hasta ubicarlo en el último peldaño de la larga escalera evolutiva; y lo plantó en esa posición, complementándolo con un cerebro, que no es un musculo, pero actúa como tal: que, si no se utiliza, se atrofia. Con un peso aproximado de 1200 gramos (3 libras), es más resuelto y poderoso que cualquier computadora que se haya inventado hasta ahora. El cerebro es la procesadora de datos de mayor capacidad de almacenamiento de información del mundo (280 trillones de Bytes). Este resultado de la evolución, establece algunas diferencias sustanciales con los cerebros de las otras especies que de igual forma habitaban la Tierra. Si bien es cierto que los animales sustentaban en su haber un cerebro, también es cierto que es más que evidente, la gigantesca diferencia que existe con ellos. La corteza cerebral nuestra constituye el 85% del peso del cerebro y es fácil ver por qué: Esta es la parte pensante del cerebro. Permite resolver problemas de matemáticas, jugar videojuegos, alimentar a tus peces, bailar, recordar el cumpleaños de tu hermana o dibujar. La corteza cerebral hace que los seres humanos seamos más inteligentes que los animales debido a que es la parte que nos permite pensar, me refiero al Pensamiento. Qué bien le hubiera venido a cualquiera de las demás especies un cerebro de estas características; quienes de inmediato percibieron a simple vista, como el humano deambulaba orgullos por los parajes más inhóspitos de la Tierra, sintiéndose el amo y señor de todo lo que lo rodeaba. Esta nueva modalidad de cerebro, contaba dentro de sus atributos, con un aditamento sorprendente, que permitiría al nuevo espécimen, poder vivir, convivir, y compartir con las demás especies el terruño que juntos poblarían y que presenciaban paso a paso el proceso de su evolución; me refiero al Pensamiento. El pensamiento, ubicado en la corteza cerebral, contiene unos 10.000 millones de neuronas, cada una de ellas establece entre 10.000 y 50.000 contactos con las células vecinas, y pueden recibir hasta 200.000 mensajes. El Pensamiento surge como herramienta de uso obligatorio. A este ejercicio constante del Pensamiento, se le denomina Pensar. El cerebro siempre se halla ocupado. ¡Ha sido así toda la vida! Cuando éramos muy chicos, no podíamos hacer muchas cosas: no podíamos decir la hora, vestirnos o incluso hablar. Pero nuestro cerebro estaba preparado para aprender todas estas cosas nuevas y muchas más, porque se encuentra proveído con las neuronas. El sistema nervioso está formado de millones y millones de estas células microscópicas llamadas Neuronas. La Neurona graba, cada una tiene pequeñas ramificaciones que sobresalen y le permiten conectarse a otras neuronas. Al nacer, nuestro cerebro tenía todas las neuronas que siempre tendremos, pero muchas de ellas no estaban conectadas entre sí. Cuando aprendemos cosas, los mensajes van de una neurona a otra, una y otra vez. A la larga, el cerebro empieza a crear «conexiones (o vías)» entre ellas, para que las cosas sean más posibles y podamos hacerlas cada vez mejor. Pensemos en la primera vez que montamos una bicicleta, el cerebro tenía que pensar en pedalear, permanecer en equilibrio, controlar el manubrio, vigilar la calle e incluso poner el freno, dosificar el dolor en las piernas en la cuesta, tomar el ánfora del agua, saludar un amigo, todo a la vez. Un trabajo difícil, ¿verdad? Pero con el tiempo y la práctica, las neuronas transmitieron mensajes entre sí hasta que se creó una vía en el cerebro. Ahora ya podemos montar bicicleta sin pensarlo, porque las neuronas han creado con éxito la vía de "montar bicicleta”. Otra condición más importante aún, para establecer alianzas con otros seres humanos en armonía (interrelación personal) y para poder establecer comunión consigo mismo (intra relación personal). Esa es la alianza y comunión que establece la diferencia con otras especies, ya que en el caso de los humanos es un acto que debe ser estrictamente fruto de pensar. El verdadero problema es que el pensamiento humano se encuentra colmado de normas sociales las cuales lo tienen martirizado; es por ello que no puede hacer uso conveniente de su pensamiento, de tal forma que todas esas normas no lo dejan aprender, producto del complejo de culpa que le genera la obediencia a dichas normas. Esos cánones sociales, que él mismo inventa, sirven única y exclusivamente para aplacarse la posibilidad de aprender. Mientras los humanos no amemos nuestro pensamiento, no lograremos amarnos a nosotros mismos. Es por medio del pensamiento que identificamos nuestra presencia en el Mundo. Por demás está mencionar la cantidad ilimitada de enfermedades que recién aparecen en la Tierra, producidas por una carente o pésima intra relación personal: Cáncer, hipertensión, problemas gástricos, hongos, lupus, la Diabetes, el mal de Parkinson y el Alzheimer. Y si lo vemos por el campo de la interrelación: guerras, hambrunas y crisis mundial de alimentos, todas producidas por esa pésima interrelación personal que adolecemos los humanos. Todo esto producto de no cumplir con el mandato genético de “Haced lo conveniente para ti”. Es entonces mi deber acelerar el proceso de pensar y establecer armonía con otros seres humanos y conmigo. Es por ello, que por la ausencia de pensar, es que reina el desequilibrio y nos lleva momento a momento, hacia nuestra destrucción total. La superpoblación es claro ejemplo de ello. No hemos medido las consecuencias que pagamos y tendremos que pagar, por tener hijos sin mesura. No calculamos las condiciones que rodearán a nuestros hijos al traerlos a este sitio tan impropio y tan irreconocible; que al aparecer en este mundo nos llena de tanto pánico, que ya a temprana edad, nos arrepentimos de vivir en él. No nos percatamos que hemos llevado a nuestra especie al borde del precipicio (El síndrome Lemming) y no percibimos esos acontecimientos con la debida importancia. Ese es el mismo fenómeno que viven las células cancerígenas de un humano en ausencia de pensar; que sabiendo que el cuerpo de este humano va a morir cuando se prolifere su especie, ellas, las células cancerígenas, siguen expandiéndose en forma desmesurada, provocando un caos total hasta que acaban con la vida de su hospedero. Parece entonces que dichas células, han optado por suicidarse. Porque a la muerte del humano que las hospeda, ellas también se irán a la tumba con él. Es entonces que esa misma especialización de la energía que un día nos permitió tener pensamiento, nos permite hoy que podamos obrar con plena gratitud por lograr pensar.
Se acaba de marchar la loca. Salió huyendo cuando al decirme que había muerto tres veces, le respondí que era poco probable o imposible que alguien regresara de la tumba después de haberse comprobado su estado. Argumentaba que si ella no moría al menos tres veces, no tendría sentido resucitar en esta forma de vida. No pude contener la risa. Ni el llanto. Hubo tanto que platicar pero no soportó verme pegado al espejo, admirando mis dientes gruesos, al reír. Y mis ojeras que de inmediato se forman cuando lloro. ¿Cómo crees que he de creer esta falacia?, si mueres, mueres, pero no vuelves a nacer y caminar con tus pies fortalecidos. Imposible hacerlo una sola vez, no digamos, tres. Algo de eso fue nuestra plática que no duro mucho tiempo debido a su poca comprensión conmigo y no contar con argumentos suficientes para explicar lo sucedido. Ya quisiera poder revivir al menos una vez. Esas fueron mis últimas palabras y no alcancé a ver su partida, solo supe que se había marchado cuando escuché el golpe de la puerta mientras yo preparaba en la cocina un tazón de caldo de pollo con natilla. Siempre ha ocurrido así. No ha podido explicar más elementales de su manera de llevar la vida. Todo le puedo creer pero que ha muerto tres veces, eso sí que es una falsedad la cual no estoy dispuesto a entender. Un día me decía que siempre que hablaba conmigo, al poco no podía soportar ni un minuto más, que yo era tan cerrado de mi cabezota y que era imposible que comprendiera el tema. Qué más valdría nunca hubiéramos cruzado nuestras vidas. Siempre pensé me casaba con una loca de amarrar, a veces temía me atacara mientras dormíamos, decía guardaba en su mesita de noche, unas tijeras y una daga española, la cual ocuparía para defenderse de la agresión que podría causarle un ser maléfico que ella sabía andaba tras sus pasos. Ahora pienso que podré dormir con tranquilidad porque también podré sacar de mi mesita de noche, las cuchillas, la almágana y el formón, con el que cada noche, tallaba el ataúd que preparaba para ella.
Principio del formulario
Alas para un vuelo cáustico
Aferrado al mundo que nos ha tocado vivir, voy. Agarrado a tus abrazos y a tus antojos, a tus deseos entrañables de amar, a tus pequeñas caricias insobornables.
Enriquecido por el dulce sabor de tus entrañas avanzo en el universo y distingo en mí, el noble azotar del aleteo denso y hermoso de mi ignorancia, ignorancia que se asemeja a la tenue brillantez del sol, ardiente como luciérnaga en el día, como antorcha enclaustra y derretida. Ignorancia que consagra mis madrugadas, que ilumina mis pasos, dulce ignorancia que santifica mi vida. ¿Qué sería de mí sin la nobleza de mi ignorancia? ¿Qué haría yo en mis despertares si no tuviera alas para emprender el vuelo?, ¿lograría asombrarme en mis tardes de vibrante pensar? ¡No! Nada más permanecería flácido y aburrido, perenne en mis lágrimas y avasallado por mi genética de desesperar aturdido. ¿Lograría acaso romper las olas del mar con mi soberbia mordaz? ¿Acaso podría avanzar sobre el tiempo como lo hace la nube, la hoja, la serpiente emplumada, o la eterna dádiva que no necesita recompensa? Reconozco mi osadía al decirlo de pie y con el rostro de frente ante la cascada que cae de la montaña, sé que lleno mis labios de palabras de asombro ante esta tromba de verdades que deslizan sobre mi piel, pero también sé que debo asirme a mi existencia como un sonriente ignorante de las cosas, pero también sé que vibro orgulloso por llenar mi necesidad de satisfacer su hermosa presencia en mí. ¡Bendita ignorancia la mía!
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A modo de Editorial
Edgardo Benitez
Santa Ana


viernes, 13 de septiembre de 2019






Propuesta
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Dilema existencial (resuelto) frente, afuera y adentro del  reflejo:
Por filosofía llego  a tu centro.  Por poesía, soy tu centro.
La poesía es la madre del poema.
Antes del ser humano, la poesía ya era.
Poesía es el conjunto de leyes que eran, son y serán antes del ser humano.
La poesía flota en el éter. Son Leyes creadoras de la existencia del todo.
Protesto por el nacimiento de  un poema, del nacimiento de la poesía me enorgullezco.
Al poeta lo asesinaron por el poema, no por la poesía. Aunque no concluyo.
Amanezco con poesía en mi cabeza, muero con poesía en mi cabeza.
La hija y madre de todas las filosofías es la poesía.
El ser humano es poesía, los poetas son unos pocos.
El ser humano es poesía por ser, el poeta lo es por escribir.
El pensamiento poético mora en la médula del instante  y se transpone como un carrusel en tarde infantil.
El poeta y su poema descansan en paz, la poesía y sus leyes universales, descansa en perfección.
La poesía se transforma en  Literatura hasta que consigue plasmarse. Mientras tanto, la Poesía es ley absoluta, inequívoca, excelsa. Se transporta por el éter por medio de  silencios,  de  sonidos,  de murmullos, de  gemidos, de chillidos, de quebrantos de la piel y de acordes de las cuerdas vocales. Señal recibida por el pensamiento innovador.
La poesía es la madre del silencio, del sonido,  y de la amplia cadena de aminoácidos.
La poesía es el chispazo de lo que debería ser, no de lo que es. El poeta sabe eso.

El poeta piensa poesía y  escribe poemas. El poeta sabe eso.
Nuestra madre no se llamaba así, se llamaba poesía.



La poesía es mensaje, ley absoluta y relativa, información, ondas, mimesis, genética. A veces plasmada en un poema.  Ensayo y error; intento y descarte. El presuntuoso futuro de la humanidad. Pero no solo eso… también es lo restante.
Un eterno saludo a Sócrates, Jesús, Moisés,  y muchos otros,  que nunca escribieron,  que nunca plasmaron  letras, que siempre manifestaron ser Poesía.


a.     Camine sintiéndose libre por los senderos que usted elija: y haga poesía mientras tanto.
b.     Deténgase frente al aparador de un almacén, véase y  haga poesía mientras tanto.
c.      Busque el rio de su agrado, véase en el reflejo de sus aguas y haga poesía mientras tanto.
d.     Por la mañana que se disponga ante el espejo del baño, véase y haga poesía mientras tanto.
e.     Alce la mirada hacia el cielo y véase desde allí. ¿Qué hace mientras se mira desde arriba? ¿Camina? ¿Se ve sentado en la cuneta de la calle?
¿se mira que juega con un perro de la calle? ¿Se mira mientras procura unas monedas a un mendigo? Cuente que mira estando usted escondido detrás de las nubes y haga poesía.

f.       Ahora que ya tiene elementos filosóficos para entrañar su esencia, para erradicar la ignorancia y cuestionar la existencia humana, siéntese frente a un papel en blanco y escriba un poema. Eso sí, no se lo muestre a nadie. Dese cuenta quién es usted en verdad, algo que no le interesa a nadie.

g.     Después de cumplido el propósito, descanse y entonces descubrirá que usted será poesía eterna. Eso sí, no tema abrir los ojos del pensamiento honrado y valiente para afrontar los misterios  que le irán siendo revelados.

Edgardo Benítez
Santa Ana, 20 julio de 2018














Brisas

 ☼ Del pecho le brotaron matas de maíz. Eran para alimentar al gentío. Del mismo modo, le brotó la tierra para esparcir en el mar. Pero los ...